Cerró sus ojos uno de los máximos exponentes de la historia del deporte nacional. Roberto De Vicenzo, ganador de 231 en todos los continentes, murió a los 94 años en la localidad bonaerense de Ranelagh, acompañado de sus seres queridos.
La máxima figura del golf de nuestro país, nacido en Chilavert, había sufrido en marzo un accidente doméstico (se levantó para ir al baño y se cayó) que le provocó una fractura de cadera. Fue operado y le dieron el alta, pero su estado de salud se fue deteriorando.
"Ese fue el desencadenante de su fallecimiento. Desde ese día lo operaron y le pusieron un clavo, pero nunca más se levantó y empezó a ir cada día más para atrás", contó su hijo Eduardo a TN. "Hasta los 90 o 92 años mi papá estaba bastante bien, acostumbrado a jugar tres o cuatro hoyos una vez por semana. Después entró en una especia de decaimiento, una apatía", agregó.
De Vicenzo alcanzó el punto más alto de su carrera al ganar el Abierto Británico de 1967. Pero quizás sea más recordado por reconocer su error en el prestigioso Masters de Augusta de 1968: el golfista había quedado igualado en lo más alto junto al estadounidense Bob Goalby, pero se quedó afuera del desempate.
Su compañero Tomy Aaron le había anotado un golpe de más y él había firmado esa tarjeta. Se hizo responsable por no haberla revisado, no se quejó y le dejó servido el título a su rival.