Es sabido el estrecho vínculo que tenía José Daniel Valencia con Diego Armando Maradona. La relación fue en la cancha de fútbol, donde compartieron la Selección Argentina, pero también trascendió al plano familiar.
Lo de compadre es literal: el astro era el padrino de la segunda hija de la Rana. Como no podía ser de otra manera, las historias juntos son casi infinitas. Y este jueves salió a la luz una inédita y extrema anécdota que muy pocos conocían.
Fue el hijo del ex volante de Talleres quien la publicó en sus redes sociales y fascinó a sus seguidores. El relato tiene absolutamente de todo: angustia de una familia, la épica del Diego y un final inesperado.
Todo ocurrió a fines de diciembre, aunque no se especificó el año. La Rana y su hijo Daniel debían llegar a Bolivia para celebrar la Navidad en familia. ¿El problema? No tenían demasiado tiempo y hubo un error por el cual no pudieron viajar en avión desde Ezeiza.
Era 22 de diciembre y tenían que llegar para el 24. El destino final era la ciudad de Oruro. La travesía era realmente jugada: de Ezeiza a La Quiaca, de ahí cruzar la frontera a Villazón, y por último un tren de 16 horas hasta Oruro.
En ese trajín, entró en escena Maradona. "Papá llamó a Diego para pedirle si podía alcanzarnos hasta Retiro. Sabíamos que estaba en Ezeiza por unos temas en el predio. Diego accedió amablemente y allá fuimos. En el camino le contamos todo el problema y él se involucró tanto que pareciera que el afectado era él. Tenía esas cosas hermosas", recordó Daniel, el hijo de la Rana.
Llegaron a Retiro y no había pasajes para viajar en micro a Jujuy. "Fuimos al auto de Diego a contarle y nos dijo 'suban que los llevo, estamos perdiendo el tiempo'", continuó Valencia en un hilo de Twitter.
El Maradona salvador era una realidad. En auto, los tres viajaron 24 horas hasta Villazón, la frontera del lado boliviano. Ya era 23 de diciembre a la noche y faltaba un tren de 16 horas hasta Oruro.
+ MIRÁ MÁS: El conmovedor saludo de “La Rana” Valencia a Maradona por su cumpleaños
La Rana no lo dudó un segundo e invitó a Maradona a pasar la Navidad con su familia. El astro aceptó y, en vez de seguir en colectivo, continuaron a bordo del vehículo del 10. Todo parecía perfecto, pero se truncó en cuestión de minutos.
"Estábamos llegando a Uyuni, casi mitad de viaje cuando nos dimos con la noticia: un derrumbe terrible había obstruido la ruta, era imposible pasar. Los policías nos desviaron, con suerte para el 25 a la tarde iban a terminar de sacar los escombros. Ya era 24 e iba anocheciendo", escribió Dani.
El arribo a Oruro se hizo imposible. El ex Talleres llamó a su esposa y le confirmó que no llegaban. "Mi viejo se puso a llorar como un nene. Pedía perdón como si de su culpa se tratara", indicó su hijo en Twitter.
Y en el final de la historia, otra vez Diego se puso el equipo al hombro "como si fuera un Mundial" y buscó la solución más sencilla y feliz para todos: "Vamos compadre, ya está, vamos al auto, ponemos música, total estamos juntos".
"Así pasé mi Navidad. Comiendo los sándwiches y chocolates que nos quedaron, con la calefacción al mango y escuchando a Los Náufragos mientras cantamos y reímos toda la noche. Brindamos con Sprite y Fanta caliente, pero descubrimos que teníamos una anécdota para toda la vida", cerró el hijo de la Rana, y su historia se llenó de reacciones y comentarios en redes.