"¡Y dale alegría a mi corazón/ganar el Mundial de Clubes es mi obsesión/copamos Osaka, Tokio y todo Japón/Bostero vos lo mirás por televisión/Que vas a hacer/si vos no tenés los huevos de River Plate/Y si señor, de la mano del Muñeco estamo' en Japón...!".
Con esta nueva canción, banderas y camisetas rojas y blancas, alrededor de siete mil hinchas de River realizaron un emocionante banderazo para desear suerte y agradecer al plantel millonario, en la estación Donmbori, de la ciudad de Osaka.
River debutará mañana miércoles a las 7.30 contra el campeón japonés Sanfrecce Hiroshima por una de las semifinales del Mundial de Clubes. El colectivo del plantel tuvo que recorrer más de 300 metros a paso de hombre. Los jugadores se prendieron al festejo, sacaron fotos y filmaron con sus celulares. Luego, los compartieron por las redes sociales.
"El hincha está ilusionado como nosotros, con ese espíritu tan pasional. Hay que disfrutarlo porque no pasa todos los días y darle el valor necesario para representar muy bien a la gente. Es muy emotivo lo que vamos vivir", dijo el técnico Marcelo Gallardo en la conferencia de prensa, donde confirmó a los 11 titulares.
El cordobés Marcelo Barovero será el arquero; Mercado, Maidana, Alvarez Balanta y Vangioni los defensores; Sánchez, Kranevitter, Ponzio y Pisculichi los volantes; Mora y Alario, los delanteros. En el banco de suplentes estarán los otros doce jugadores incriptos: Chiarini, Batalla, Mammana, Vega, Casco, Mayada, Bertolo, Lucho Gonzàlez, Driussi, Pity Martìnez, Tabaré Viudez y Saviola.
Mientras tanto, algunos fanáticos que viajaron a Japón viven una experiencia única. Para ahorrar gastos, se alojan en los hoteles cápuslas, nacidos en el año 1977. Son edificios que en lugar de habitaciones tienen pasillos con filas de cubículos de un metro de alto, un metro de ancho y 1,90 de largo. Adentro sólo hay una cama, un televisor, una botonera para manejar las luces, enchufes y una pequeña persiana para cerrarlos. Una noche cuesta entre 20 y 30 dólares.
"Fue bastante mejor de lo que esperaba. No podés pararte, estás siempre sentado. No sentís que te falta el aire", le contó Francisco Vidal al diario La Nación. Él pagó 22 dólares en el Eco Cube Shinsaibashi.