"Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera"... La ultra conocida frase del Martín Fierro sirve para titular lo que sucedió en la final del Campeonato Mundial de Triatlón, disputado en la ciudad de Cozumel, México.
Los hermanos británicos Jonathan y Alistar Brownlee figuraban entre los candidatos, después de coronarse con el oro y la plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. El menor de ellos, Jonathan, lideraba la carrera cómodamente, pero cuando restaban 300 metros, su cuerpo le dijo "basta".
Sus rivales comenzaron a alcanzarlo y cuando estaba a punto de desvanecerse, uno de ellos, su hermano Alistar, lo agarró y lo acompañó hasta empujarlo para que llegara segundo a la meta, por detrás del sudafricano Schoeman.
El mayor beneficiado fue el español Mario Mola, quien terminó quinto y se coronó campeón. Si Jonathan hubiese llegado primero, ganaba el título.
Cuando cruzaron la llegada, Alistar Brownlee dejó a su hermano para que pudiera ser atendido. A raíz del terrible calor mexicano, sufrió un golpe de temperatura y tuvo que ser trasladado a un hospital.
"Si hubiera llegado a la línea final y no hubiera habido asistencia médica podría haber sido realmente peligroso", señaló Alistair a la prensa.
Luego de recuperarse pero aún internado, Jonathan escribió un conmovedor mensaje agradeciendo a su hermano. "No es cómo quería terminar la temporada, pero di todo. Gracias Alistair, tu lealtad es increíble", escribió junto a una fotografía suya desde el hospital y otra con la frase "haciendo historia juntos".