El reto de una madre a un hijo pequeño es más clásico que un Talleres-Belgrano en el Kempes. En esta oportunidad, Antonela Roccuzzo y Ciro Messi protagonizaron esta situación cotidiana en uno de los palcos del estadio 974 de Doha en el partido entre Argentina y Polonia.
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En una divertida secuencia, se observó el momento en el que la rosarina le llamaba la atención al menor de sus nenes en la previa del cotejo. En la primera imagen se puede ver al pequeño de cuatro años en "modo indio": saltando de butaca en butaca como cualquier chico de su edad. ¿La madre? Vigilándolo atentamente, como estudiando sus movimientos.
Cuando la intensidad del niño llegó a su punto máximo, mamá Antonela lo reprendió y "llamó al orden" con una mirada furibunda. La paciencia se había agotado y el "horno no estaba para bollos".
En la siguiente imagen se aprecia a Ciro visiblemente ofuscado y sentado en su asiento. Había llegado el momento de tranquilizarse y guardar energías para el inminente inicio del partido, en el que su papá erró un penal pero condujo a la Scaloneta en el triunfo por 2 a 0.
Una vez pasado el enojo de mamá, Ciro fue a refugiarse en sus brazos y vivió el encuentro con mucha intensidad. Gritos de emoción, cánticos de tribuna y los mimos de Antonela, que ya había dejado atrás su fastidio con el pequeño.
Final feliz
Una vez consumada la victoria ante Polonia, la empresaria rosarina posteó una tierna foto en Instagram junto a sus hijos en las tribunas del estadio 974. "Una sonrisa celeste y blanca", escribió junto a la imagen.