Se llevaron 65 años de trabajo sacrificado de una familia que nunca bajó los brazos. Delincuentes reventaron los candados del portón de un taller de chapa y pintura, robaron herramientas y hasta el auto de un cliente que estaba listo para ser entregado.
César Basone y toda su familia están destruidos. Es que el taller es su principal fuente de ingreso. “Todavía no caigo con lo que nos ha pasado, es durísimo, nos cortaron por la mitad porque esto es nuestro ingreso”, lamentó en Arriba Córdoba.
El hombre recibió el legado de su papá, quien falleció de cáncer hace un año. En ese galpón creció y aprendió un gran oficio. Incluso su hija dejó de estudiar y se puso a trabajar a la par.
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Pero los ladrones los dejaron con las manos vacías: “No sé cómo voy a hacer para recuperar las herramientas y trabajar de nuevo”. “Mi viejo hace un año que falleció y lo que más me duele es que todas las herramientas que me dejó me las llevaron, 65 años de trabajo”, expresó con la voz quebrada.
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