Era cerca del mediodía de este martes. Se dirigía al Colegio de la Inmaculada para retirar a sus hijos, pleno centro de la ciudad de Córdoba, cuando sufrió un accidente.
Cayó a un pozo de agua infectada cuando caminaba por la vereda en dirección a la institución educativa. La tapa se había roto y un enorme hueco se había formado. Su pierna derecha se metió de lleno en el interior, causándole heridas en la piel al rozar con un alambre oxidado. Al mismo tiempo, sufrió moretones en sus brazos, manos y muñeca.
Se puso de pie como pudo y se presentó en el local comercial de la esquina de Corrientes y Buenos Aires. Aseguró que los empleados la ignoraron y nadie la asistió. Ya era tarde, por lo que fue directo al colegio porque debía retirar a sus hijos. Acto seguido, su pareja la buscó, llamó al servicio de emergencia del 107 y, según detalló a ElDoce.tv, tampoco fueron a atenderla.
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"Llamé y me dijeron que si se podía mover, se dirigiera a un hospital. Fuimos al Hospital Ferreyra que me cubre la obra social, la desinfectaron y le colocaron la vacuna antitetánica", indicó Matías, la pareja de la víctima, en diálogo con este medio.
Al mismo tiempo, se quejó de la falta de empatía de los empleados del negocio al que la mujer fue a pedir ayuda: "Hizo el reclamo, la retaron porque no tenía barbijo (se le había caído ante el accidente) y no le permitieron entrar. Ella estaba muy nerviosa y la ignoraron completamente".
Matías indicó que volvió al lugar y observó que habían colocado una madera pequeña para tapar el hueco, pero no era una solución efectiva porque también ponía en peligro a niños y adultos mayores, o cualquier otra persona que caminara por la vereda. Elevaron el reclamo a la Municipalidad de Córdoba a través de la aplicación de Relevando Peligros.
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