La tarde-noche del viernes pasado no fue una más para Héctor Cardozo, chofer de la línea 53 de ERSA. Cuando frenó en la parada de Pilcomayo y Avenida de Mayo, a pocas cuadras de la plaza de Villa El Libertador, una adolescente de unos 15 años le reclamó bajar por la puerta delantera.
El conductor se negó y le pidió que vaya por la puerta trasera, lo que desató la tensión. "Por seguridad le dije que vaya para atrás, hay una ordenanza que así lo indica. Pero la madre, que la esperaba abajo, subió sacada, me empezó a insultar y a agredirme con golpes de puño", relató el chofer a ElDoce.tv.
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Ante tal reacción, el trabajador intentó ir hasta la comisaría para denunciarla. "Me paré y la encerré arriba del coche, pero no pude ir: la gente se paró adelante del colectivo y me decían que la deje bajar", agregó.
Por fortuna, las aguas se calmaron a tiempo y la situación no emperó. Consultado por la cantidad de gente que viajaba en el colectivo, el chofer reconoció que eso no influye en los reiterados pedidos para descender por adelante. "Es relativo. La gente busca la comodidad, por eso quiere bajar por adelante. A una señora mayor o embarazada la dejás bajar, pero hay chicos jovenes quieren aprovecharse", explicó Cardozo, que no sufrió lesiones de importancia.