La víctima iba circulando en su auto junto a su bebé, cuando fue sorprendida por un fuerte impacto en el parabrisas.
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Desde el puente peatonal de la calle Boedo le arrojaron un rulemán, lo curioso es que a 300 metros se encuentra el puesto de la Policía Caminera.
Afortunadamente, nadie resultó herido, y la mujer no se detuvo ante este hecho, sino que continúo circulando y realizó la denuncia en la Policía.
Estos hechos se vienen repitiendo con frecuencia en la zona. En otra oportunidad habían arrojado piedras a un colectivo y asaltado a automovilistas con esta modalidad.