Alejo tiene 2 años y sufrió un gravísimo accidente en su casa de Villa Allende. Un caballo lo golpeó y le provocó una fractura en su cráneo, por lo que tuvo que ser derivado de urgencia al Hospital de Niños de la Ciudad de Córdoba.
En un trabajo impecable, el personal de salud lo asistió y el pequeño recibió el alta tras seis días de internación y pudo volver a su hogar en perfectas condiciones. Pero lo que no se esperaban los trabajadores del hospital era la conmovedora carta de agradecimiento que Marcelo, papá de Alejo, les dejó pegada en uno de los vidrios que sirven de aislamiento para el área COVID-19.
“Dejo esto por acá… a todo el personal que conforma este gran equipo (médicos/as, doctores/as, enfermeros/as, limpieza, mantenimiento, etc) y no quisiera olvidar a nadie. Son profesionales maravillosos y por sobre todas las cosas son personas de luz, brillantes, cada uno en lo suyo”, introduce el manuscrito.
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Y continúa: “De esta habitación salen dos hinchas fanáticos de ustedes, son nuestros ídolos, campeones de la vida y ganadores de nuestro amor absoluto”.
María Fernanda Ontiveros fue la médica que encontró la carta y no pudo contener su emoción, por lo que decidió compartirla con ElDoce.tv. “Fue algo totalmente hermoso saber que nos ganamos el amor de esa familia”, dijo conmovida.
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Este jueves, ya más tranquilos y desde su casa, Marcelo y Alejo charlaron con Noticiero Doce y el hombre volvió a mostrarse muy agradecido con todos los trabajadores del Hospital de Niños, a quienes describió como “ángeles” y “gente maravillosa”. “Estuvimos casi seis días y no se puede explicar lo que se siente ahí adentro. No tienen madrugada, siesta ni descanso. No tengo más que palabras de agradecimiento”, cerró.
La carta completa
“Dejo esto por acá… a todo el personal que conforma este gran equipo (médicos/as, doctores/as, enfermeros/as, limpieza, mantenimiento, etc.) y no quisiera olvidar a nadie. Son profesionales maravillosos y por sobre todas las cosas son personas de luz, brillantes, cada uno en lo suyo.
De esta habitación salen dos hinchas fanáticos de ustedes, son nuestros ídolos, campeones de la vida y ganadores de nuestro amor absoluto.
Gracias, muchas gracias, infinitas gracias de parte mía, de mi esposa, de mis hijas y de mi hijo Alejo por su tan noble labor.
Les deseamos una vida de bendiciones y cosas buenas. Es nuestro más sincero y profundo deseo.
Marcelo Romo y Alejo Romo Juntos”.