Justo un día después de las idas y vueltas en relación al regreso de las clases presenciales en Córdoba, conocimos la historia de Adriana y Natalia. La directora y vice de la escuela Grecia decidieron hacer algo para contrarrestar el agotamiento de los alumnos y las familias.
Ante la caída de la participación decidieron recorrer las calles del barrio en una camioneta para que el mensaje se escuche fuerte y claro a través de un parlante: “Los estamos esperando para que antes de fin de año, se pongan al día para ayudarlos, retomen las actividades pendientes, pónganse en contacto con la Seño o con algún compañero o compañera, vamos, juntos podemos”.
El mensaje que se escucha también se puede leer, las docentes lo llevan en papel: “Mientras hacemos el recorrido y la propalación, bajamos en distintos negocios para que quede allí (el mensaje) y cuando las familias van a comprar vean lo que nosotros estamos esperando y que sepan que estamos acá, que la escuela está viva, que la escuela pública está presente y los está esperando”, cuenta Adriana quien además de aportar ideas utiliza su propio vehículo para cumplir con la misión.
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La directora, Natalia Olivero resume de manera clara y contundente el objetivo de la acción: “Estamos tratando de acercarnos a la comunidad, volver al barrio, que los chicos sepan que están con nosotros, que nosotros estamos con ellos y de alguna manera convocarlos a seguir presentando las actividades, a no bajar los brazos”.
La realidad de las escuelas es muy dispar y lo que ya conocíamos antes de la cuarentena se profundizó durante la pandemia. “Hay sólo dos estudiantes que se manejan por mail en toda la escuela y el resto vía WhatsApp con todo lo que eso implica”, explica Natalia.
En el colegio Grecia hay 351 alumnos de los cuales sólo una docena tiene computadora, el resto sólo puede acceder a los contenidos a través de un celular. En la mayoría de los casos el dispositivo se comparte en una familia numerosa
Cuentan además, con la colaboración de mamás o comerciantes del barrio que pueden, a través de una fotocopiadora, poner a disposición de las familias las actividades de la escuela.
Reforzar el vínculo
Tanto la directora como la vice reconocen que hay un agotamiento en toda la comunidad educativa y que “han disminuido las ganas, tanto de las familias como de los chicos”.
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“Las seños han hecho de su casa, un aula porque han colocado afiches, hacen sus videollamadas, siempre están conectadas por todas las formas con audios, con videos, nos han vuelto expertos en hacer videos y también los profes especiales y de jornadas”, cuenta Adriana.
Misión cumplida
En el primer día que salieron a recorrer el barrio, los vecinos se sorprendieron y según relatan las seños “la gente nos miraba, paraba, nos escuchaba, nos preguntaban si éramos de algún partido y les decíamos que no, que somos de la escuela”.
El resultado fue mejor de lo que esperaban: “Tenemos una seño que ayer cuando volvimos de la recorrida nos mandó mensaje que ya había familias que se habían conectado y que estaban empezando a enviar sus evidencias y eso nos llenó de alegría”.
+ VIDEO: La entrevista completa a las docentes del colegio Grecia: