Lo que se suponía iban a ser días de tranquilidad y descanso para cuatro familias cordobesas se convirtieron en un verdadero calvario. Fueron estafados en la localidad catamarqueña de Fiambalá por un supuesto hospedaje, perdieron miles de pesos y en algunos casos hasta quedaron varados.
Uno de los damnificados contó a ElDoce.tv que los problemas empezaron días antes de sus vacaciones. “Nosotros viajamos con una familia amiga, en total éramos nueve personas. Nos pusimos en contacto con la Secretaría de Turismo y desde ahí nos dijeron que iban a pasarle nuestro contacto a los hospedajes”, comentó el hombre que prefirió resguardar su identidad.
Días después lo llamó una mujer que se identificó como Judith Espinoza para ofrecerle habitaciones en el supuesto complejo “Casa Grande”.
+ MIRÁ MÁS: Video: las cámaras de la Policía la captaron vendiendo droga y la detuvieron
“Me pidió una seña de 20 mil pesos y le transferí a una cuenta a su nombre. A los días me volvió a escribir para que le cancelara la totalidad y después me quiso aumentar la tarifa”, narró y especificó que se negó acceder. Tras no volver a pagarle, la mujer lo bloqueo de WhatsApp.
Un grupo de tres amigas comentó a este medio que atravesaron una situación similar. “Nosotras también hablamos con una empleada de la Secretaría de Turismo de Fiambalá y ella nos recomendó a Espinoza”, detallaron.
En su caso, depositaron un total de 24 mil pesos para una habitación a la que nunca pudieron acceder.
Discusiones y denuncia
Las cuatro familias cordobesas afectadas se encontraron en el supuesto alojamiento este viernes a la tarde. Todas le reclamaron a Espinoza un reembolso.
Ante la falta de una respuesta, acudieron a la Policía y a la Secretaría de Turismo. Los afectados aseguraron que tanto en la Municipalidad como en la comisaría les dijeron que no era la primera vez que turistas tenían problemas con este hotel.
El viernes a la noche las víctimas realizaron la denuncia correspondiente ante la policía. Una de las mismas se reproduce a continuación.
Además, aseguraron que pudieron hablar con el Secretario de Turismo pero que hizo oídos sordos a sus reclamos. “A nosotras nos dijo que nos iba a conseguir una habitación para las tres noches y nos trasladó a otro alojamiento. Pero el sábado a la mañana nos dijeron que nos teníamos que ir. Cuándo hablé de nuevo con el Secretario me contestó: ‘Arreglatelas cómo puedas’”, comentó con indignación mujer.
“Es un escándalo que no hayan clausurado este lugar. No puedo asegurar que haya complicidad por parte de la Secretaría, pero algún tipo de participación hay porque ellos los recomiendan”, concluyó uno de los involucrados.