A plena luz del día, cuando la peatonal de Córdoba estaba repleta de ciudadanos caminando de un lado a otro, se desató un violento asalto que podría haber terminado en una tragedia. Un ladrón ingresó a una reconocida joyería ubicada en 9 de Julio 333 con una granada amenazando al dueño y a la empleada con hacer detonar todo.
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Eran las 10:15 de este martes. Gritos, maltrato y bajo amenaza: así junto a su cómplice lograron llevarse una importante cantidad de joyas, relojes, planchas de oro y una notebook. Uno de los delincuentes le aseguró a las víctimas –dueño, empleada y cliente- que “si lo mataban o pasaba algo, al desvanecerse se accionaba sola la granada y que estaba jugado porque tenía SIDA, por lo que no le importaba morirse”.
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Uno de los propietarios de la joyería relató a ElDoce.tv que antes huir los ataron con precintos y se fueron caminando hasta las calles Tucumán y avenida Colón donde se tomaron un taxi. Sin embargo, jamás imaginaron que el dueño, al que habían atado, los estaba siguiendo: fue en ese momento en que forcejearon arriba del auto y pudo recuperar una mochila.
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En medio de esa situación, los transeúntes comenzaron a gritar desesperados tratándolo de ladrón a quien en realidad había sido robado y lo único que quería era recuperar sus pertenencias. Durante ese episodio, los ladrones salieron por la otra puerta del taxi y escaparon.
Ante este hecho, personal policial alertado por los vecinos, persiguieron al dueño hasta la joyería. Allí esclarecieron la situación y el hecho fue derivado a la Unidad Judicial Nº1. Además, se conoció que los delincuentes, con el mismo modus operandi, robaron en otra joyería en Nueva Córdoba hace un tiempo atrás.