Dos particularidades curiosas se dieron en la tarde de este miércoles en barrio San Martín. Se llama Ugo sin H y, como las restricciones le prohiben trabajar por ser no esencial, le corta el cabello a sus clientes en la vereda.
"Ya me queda poco tiempo de luz", dijo entre risas Ugo Palacios. Hasta las 18 tiene abiertas las puertas de la peluquería, ya que después queda prohibido circular. "Lo único que me queda es trabajar acá en la vereda. A la gente le llama la atención, pero no nos queda otra", continuó en diálogo con El Doce.
"No se trata de una protesta, sino una forma de trabajar, con lo que yo se hacer. Tengo que pagar impuestos, el alquiler y si no trabajo, no come mi familia", agregó Ugo.
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Los clientes lo apoyan totalmente. Entienden la situación y aceptan sentarse en la vereda, respirar aire puro (a pesar tener el barbijo) y cambiar el look. "Para él también es esencial ganarse su dinero y llevar su sustento a la casa", aseguró el hombre que confía en las manos de tijera de Ugo Palacios.
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El peluquero conoce al pie de la letra las restricciones, pero insistió en que necesita trabajar. "Si no me dejan trabajar adentro, tengo que hacerlo afuera", expresó.
"Para mi esto es esencial y dependo de mi trabajo", reiteró. Además, invitó a los comerciantes a que hagan lo mismo que él: trabajar afuera.