Un inodoro que estaba en uso. Ese fue el botín de un delincuente. Al otro no lo pudo llevar porque lo rompió cuando intentaba desinstalarlo. Ocurrió el lunes al mediodía en pleno centro de la ciudad de Córdoba.
La gran duda de este insólito hecho es: ¿usó guantes? El ladrón actuó solo, sin ningún cómplice. Las cámaras de seguridad, ubicadas sobre 9 de Julio al 500, registraron el momento en que salió de una galería comercial con una bolsa de consorcio. Adentro, estaba el inodoro.
Acto seguido, frenó y cambió de look. Dejó el artefacto sobre la vereda, se sacó la campera, la guardó en la mochila y cargó al hombro el inodoro. Estrategia para que nadie lo reconociera. Huyó a pie, como si nada hubiera pasado.
+ MIRÁ MÁS: Tuvieron que volver de viaje porque les robaron las cubiertas: “Casi lo terminan de desarmar”
El empleado de un local comercial de la galería, ubicado en planta baja, salió al mismo tiempo que el ladrón. Su actitud sospechosa lo hizo dudar. A las pocas horas, se enteró lo que había ocurrido. Cuando fue a pedir el registro de las cámaras, comprobó que él cometió el delito.
En diálogo con ElDoce.tv detalló que los baños están en el primer piso y solo se permite el ingreso de quienes trabajan en ese lugar. Puntualmente, el sanitario pertenecía al sector de mujeres. Nadie escuchó nada. Creen que manipuló la cerradura, debido a que la puerta siempre está cerrada con llave.
Lo cierto es que el ladrón no tuvo problemas en ensuciarse y llevarse este objeto tan necesario.
+ VIDEO: La secuencia del ladrón que robó un inodoro usado