El pasado 30 de diciembre, su expareja y padre de sus cuatro hijos de entre 10, 5, 3 y 1 año, la golpeó brutalmente en la cabeza. El hombre, ya denunciado en 2008 y 2011 por violencia de género y familiar, tenía una orden de restricción. Sin embargo, eso no le impidió volver a cometer otro episodio aberrante. Por esto último, quedó detenido en la cárcel de Bouwer.
El hecho tuvo lugar en Falda del Carmen. Un mes después y, a pesar de que él está privado de su libertad, la Justicia no le entregó a la mujer un botón antipánico porque en su barrio Valle Alegre no hay señal, por lo que cada vez que le sucede algo, tiene que llamar a la Policía. El fin de semana su vida volvió a estar en peligro.
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De acuerdo a lo que reveló en diálogo con ElDoce.tv, su mamá recibió una misteriosa llamada anónima en la que le advirtieron que “cuidara de su hija porque un auto gris la estaba siguiendo”. Horas más tarde, a través del grupo de WhatsApp que tienen los vecinos, alertaron para que tomaran todos los recaudos porque un auto gris estaba rondando la zona. "Eran muchas coincidencias", expresó la mujer.
Una vecina dio aviso a la Policía, pero el patrullero no pudo llegar a su casa porque se quedó atascado en medio del camino por el mal estado. “Las calles son un desastre, la iluminaria es escasa. Soy víctima de violencia de género y ni la Policía puede trabajar”, se quejó la joven que tiene mucho miedo porque está muy sola y al frente de su casa hay un descampado.