Una terrible situación de violencia se vivió este viernes en una escuela de Barrio Ampliación Ferreyra. Una docente advirtió que su alumno se dormía en clases. Ante reiterados llamados sin respuesta a su madre, la mujer asistió a la institución con su hija mayor y la agredieron con insultos y golpes.
Que un niño de seis años se duerma en clases no parece ser una situación extraña. Pero que lo haga durante las cuatro horas que está en la escuela, cada día desde hace dos meses, es para tomarlo en serio. Eso pensó su maestra de primer grado, que preocupada por su alumno, intentó comunicarse con su familia. Envió notas pidiéndole a sus padres que se presenten para una reunión, pero no fueron. Por protocolo, ante la ausencia de respuesta debe advertir al equipo directivo. El paso siguiente es que un responsable de la institución se acerque a su vivienda junto a un oficial de policía.
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Esta tarde, ante el llamado de atención para que fueran a buscar al niño porque estaba dormido, su hermana mayor llegó al lugar. La docente a cargo se negó a entregarlo, argumentando que debía ir alguno de sus padres porque la situación era grave. Pero un mal entendido hizo que la madre ingresara enfurecida y a los gritos en los pasillos de la escuela, diciendo que "nadie le iba a quitar a su hijo".
La educadora se resguardó en el salón junto a sus alumnos, que observaron toda la escena atónitos. Tras los gritos, la hermana del niño, con un bebé en brazos, golpeó a la maestra a través de una ventana que no tenía el vidrio, y se fue pegando una patada a la puerta.
La maestra hizo la denuncia policial, pero admite que "tiene miedo de ir a trabajar" porque no hay seguridad y cualquiera puede ingresar al edificio.