En tiempos de coronavirus, las redes sociales se volvieron el canal de comunicación para propagar información falsa. La paranoia generó hasta las más insólitas e inmorales acciones del ser humano. José Luis (37), ciudadano de Venezuela que reside hace dos años y medio en Córdoba, fue víctima de esa sociedad, que lo acusó de estar infectado e hizo que viviera los días más angustiantes de su vida.
Llegó de Uruguay el pasado 14 de marzo. Hasta ese momento, el país no integraba el grupo de “zonas de riesgo”. El 19 de marzo, el presidente Alberto Fernández decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia del coronavirus. El 25 de marzo, José Luis comenzó a sentirse mal de salud: dolor de garganta, vómitos con sangre, diarrea, tos, entre otras dolencias.
Al día siguiente, el malestar seguía presente. Personal médico del servicio de emergencia Ecco acudió a su casa tras un llamado. Le recomendaron se dirija a un centro de salud de forma inmediata. Fue al Hospital Rawson. Allí los médicos le detectaron una úlcera y le dijeron que los síntomas no correspondían al COVID-19. De todas formas, aplicaron el protocolo de emergencia y le realizaron el hisopado.
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Ese día, comenzó el calvario. Mientras cumplía con la cuarentena obligatoria en su domicilio, las amenazas no paraban de llegar. Un grupo de vecinos de barrio Nuevo Poeta Lugones lo acusó de tener coronavirus y violar el aislamiento. A través del grupo de WhatsApp que comparten con personal de la Policía barrial, advirtieron que José Luis estaba infectado y comenzaron a difundir su domicilio.
La historia falsa se viralizó. “Comenzamos a recibir llamadas, mensajes y hasta nos amenazaron con prender fuego la casa”, relató en diálogo con ElDoce.tv. Estaba preocupado por sus hijos, su mujer y su hermano, a quien también lo acusaron de tener coronavirus y amenazaron con golpearlo. En medio del caos y el miedo, realizaron la denuncia en la comisaría y le designaron un patrullero para que custodiara su vivienda.
El sábado 28 de marzo recibió el resultado del test: dio negativo de COVID-19. José Luis no tenía coronavirus. “Esta vez lo estoy contando. Pero tal vez no. ¿Y si la historia fuera otra?”, lamentó el hombre y pidió tomar conciencia. Pasaron los días y aún no recibió las correspondientes disculpas por parte de sus vecinos: “Todo el mundo callado, como si no hubiera pasado nada”.