Mientras se ocupan horas y horas dedicadas a los cuadernos, la realidad sobre el desmanejo de un país, desde tiempos inmemoriales, es un tema del que nadie quiere discutir y que nos define como argentinos.
Existen dos verdades a los que la Justicia parece no acceder y en donde el poder político se disfraza de distintos colores para llevarse el país de a pedacitos.
La inflación, la suba de los precios, las tarifas impagables, el dólar en las nubes, el fallido rumbo económico, un 32% de pobres que nunca verán la promesa de la Pobreza cero, son algunos de los indicadores de la realidad actual.
¿Qué rol ocupaba Oscar Centeno? ¿Se trataba de un chófer común o de un infiltrado de los servicios de espionaje? ¿Por qué alguien anotaría con lujo de detalle todo lo que presuntamente sucedía? ¿Por qué un Presidente escribiría en ese presunto cuaderno aún sabiendo que puede salir a luz todo lo ahí escrito? Corresponde a la Justicia verificar la correspondencia entre los hechos anotados y los movimientos bancarios de las fechas anotadas.