Pero estas grandes obras sufren de un pequeño (hágase énfasis en la palabra "pequeño") problema: La cartelería de la circunvalación es minúscula, prácticamente imposible de leer cuando se va a cualquier velocidad mayor a los veinte kilómetros.
Quizás las autoridades a cargo de la obra deberían estudiar la señalética utilizada por otros países. No hace falta irse tan lejos para ver buenos ejemplos. Las autopistas de Chile tienen grandes carteles de información sobre la ruta, con caractéres de gran tamaño e información intuitiva y legible.