Las carnes que aportan un alto valor biológico y hierro bajaron entre un 4 y un 18%. Las harinas y el arroz se empezaron a consumir con mayor frecuencia. Las frutas y verduras no son una opción preferida por los altos costos mientras que los porcentajes de azúcar aumentan.
Se puede ser pobre y obeso al mismo tiempo. De acuerdo a la información proporcionada por los distribuidores de alimentos, el consumo de alimentos lácteos, encargados del aporte de calcio, disminuyeron drásticamente mientras que los creados a bases de leche y yogurt aumentaron un 14%.
Por Carlos Sabagh