Los candidatos que anunciaron con bombos y platillos la promesa de un camino que uniría al país en una vereda equilibrada, tales como Urtubey y Massa, ahora están ocupados en arañar un pedacito de poder que les garantice la permanencia.
El problema somos siempre nosotros, los argentinos, que nos dejamos engañar todas las veces que aparecen alianzas conformadas por políticos de ideas antagónicas.