Estando en campaña, el ahora Presidente Mauricio Macri visitó reiteradamente nuestra provincia y al Show de la Mañana para ofrecer a los cordobeses un mundo de maravillas a cambio del voto.
Entre las promesas, Macri pidió confianza en lo que sería el equipo de los últimos 50 años, honesto y al servicio de la gente. Nos prometió también que el dólar no sería más un dolor de cabeza de los argentinos, fortaleciendo el peso y eliminando el cepo cambiario.
Seguro de su pericia administrativa, Mauricio adelantó que llevar la inflación a un dígito sería el menor de sus problemas. La eliminación de los impuestos perversos, elemento clave de su proyecto, nos llevaría, según el plan, a resolver los graves problemas del Estado.
Hay quienes todavía recordamos frases celebres como "pobreza cero", "eliminación del impuesto a las ganancias", "trabajo para todos", "construcción de escuelas y hospitales de calidad", "fortalecimiento de las economías regionales", "unir a los argentinos", "los jubilados no serán el ajuste de siempre".
Macri se sirvió de Córdoba para ganar ese voto de confianza que necesitaba, prometió lo que nunca cumplió y nunca se le movió un pelo para responder los pedidos de autocrítica a su gestión. Al Show de la Mañana nunca regresó y los resultados de sus políticas la sufrimos todos los días.
El mejor equipo de los últimos 50 años
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