Lucas Figallo es uno de los dos sobrevivientes de la tragedia de Playa del Carmen, donde murieron cinco argentinos tras chocar de frente con una van turística estacionada. Su sueño era conocer el Caribe y por eso se instaló en México tres meses atrás.
Trabajaba a distancia, lo que le permitió planear su vida en la Riviera Maya sin problemas pero jamás pensó que la muerte estaría tan cerca. El hombre de 30 años recibió el alta pero el shock aún no se va de su mente.
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“Tengo la fortuna de estar vivo”, le dijo a TN. En total, tiene nueve fracturas que no son de gravedad, por lo que puede seguir la recuperación en su casa. Permanece acostado en una cama con las piernas elevadas y tiene dos amigos que lo asisten a diario.
Según contó, se siente bien y está “contento de estar vivo”. “Estoy contento de tener mis manos, mis pies, mis piernas, mis brazos, de poder ver”, expresó y siguió: “Si bien tengo fracturas, tengo todo mi cuerpo bien”.
El chico, oriundo de Mar del Plata, no dio detalles de la fatídica tarde de domingo pero sostuvo que no conocía a todas las personas que viajaban en la Suzuki Ertiga. “Estábamos compartiendo el auto circunstancialmente. Acá eso es normal, somos argentinos y compartimos un vehículo”, explicó.
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Después del siniestro, Figallo tuvo problemas con el seguro de asistencia al viajero que había contratado. “Si no pagaba, no me atendían”, reveló y comentó que había presentado un amparo en Argentina.
Es preparador físico y modelo y su masa muscular ayudó a salvarle la vida, junto con el cinturón de seguridad.
Pese al trágico hecho, el joven aún no planea volver a su país: “Todavía me quedan lugares por conocer. Tenía planeado quedarme un tiempo más y después volver a Buenos Aires”.