Un médico británico no quería perder la herencia de su madre e intentó matar a la pareja de ella para evitar que se quedara con los bienes. Para eso, se disfrazó de enfermero y le inyectó una falsa vacuna contra el coronavirus que le provocó graves problemas de salud aunque no lo mató.
Se trata de Thomas Kwan, quien fingió ser un enfermero que realizaba visitas a domicilio para reforzar las dosis de Covid-19. Sin embargo, lo que le aplicó a Patrick O’Hara era un veneno destructor de tejidos que lo dejó sin una parte de su brazo.
+ MIRÁ MÁS: Revelaron qué padecía la madre que saltó con sus hijos a las Cataratas del Niágara
En ese momento (2021), los ancianos estaban juntos pero el intento de asesinato del médico para quedarse con la casa de su madre cuando ella falleciera hizo que se separaran. Ahora, un Tribunal de la Corona de Newcastle lo declaró culpable y lo condenó a 31 años de cárcel.
Según medios locales, Kwan, de 53 años, admitió su culpa. “Fue un plan audaz para asesinar a un hombre a plena vista y casi lo logras”, expresó la jueza Christina Lambert y apuntó que el profesional estaba “obsesionado con el dinero y, más particularmente, con el dinero al que consideraba tener derecho”.
Por su parte, O’Hara afirmó que el tremendo accionar del hijo de su pareja le demostró “una sombra del individuo que era”. El hombre de 72 años estuvo varias semanas en terapia intensiva hasta que le amputaron el brazo para evitar una fascitis necrotizante.
Un plan espantoso
La Policía de Inglaterra dio con Thomas Kwan por las cámaras de seguridad. A partir de allí la investigación se abocó en determinar cómo llegó a engañar a su madre y a su pareja. Según descubrieron, creó cartas falsas con logos del Servicio Nacional de Salud hasta que aceptaron su visita.
Cuando concretó la colocación de un refuerzo de vacuna, se vistió con un traje de protección que cubría todo su cuerpo. También usó gafas polarizadas y un barbijo quirúrgico para que no lo reconocieran.
Para envenenar a O’Hara utilizó iodometano, una sustancia que se encuentra en pesticidas. En un allanamiento en su casa se hallaron arsénico, mercurio líquido y semillas de ricino, las cuales pueden usarse para hacer el tóxico ricina. A su vez, en la computadora de Kwan había un archivo que explicaba cómo crear ese veneno.