Este viernes el Gobierno de Italia tomó una medida restrictiva para los argentinos que quieran tramitar la ciudadanía de ese país. “Ser ciudadano italiano no es un juego para obtener un pasaporte que te permita ir de compras a Miami”, indicó el ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Tajani en una conferencia de prensa.
Para muchos argentinos con ascendencia de ese país era un aspiracional obtener una ciudadanía de ese país, para a partir de ese reconocimiento insertarse en el mercado laboral europeo. Una de las claves era su accesibilidad.
+ MIRÁ MÁS: Ciudadanía española: la fecha límite para hacer el trámite de la nacionalidad con la “ley de nietos”
Así toda persona que consiga probar que tuvo un antepasado italiano vivo después del 17 de marzo de 1861, cuando se creó el Reino de Italia, podía acceder a la ciudadanía. El reconocido ius sanguinis (derecho de sangre).
De ahora en más el trámite de la ciudadanía únicamente lo podrán realizar quienes tengan al menos un padre o un abuelo italiano. Es decir, no se podrá continuar en el árbol genealógico para encontrar un ancestro con nacionalidad de ese país y, a partir de ahí, realizar el trámite.
Para Tajani hubo un exceso de tramitaciones “con aspirantes a italianos saturando los consulados en el extranjero con solicitudes de pasaportes, que permiten la entrada sin visa a más países que casi cualquier otra nacionalidad”.