Una mujer murió electrocutada por usar su celular enchufado a la corriente mientras se bañaba. Ann-Marie O’Gorman tenía tres hijos y 46 años y sufrió gravísimas quemaduras en sus manos y pecho.
Aunque la tragedia ocurrió hace casi un año en Dublin, Irlanda, la historia cobró fuerza porque su marido, Joe O’Gorman, decidió lanzar una campaña para que las empresas de telefonía adviertan sobre el riesgo de cargar el celular cerca del agua. “Lo único que se escucha es que estos teléfonos son excelentes en hasta dos metros de agua. Esto da la idea de que se puede tener el teléfono cerca del agua, pero debería haber advertencias de que es peligroso”, expresó.
La tragedia
Según relató O’Gorman, había salido de la casa para llevar a su hija a una fiesta, mientras su esposa entraba a bañarse. Durante el trayecto hablaron por teléfono, pero al regresar, cerca de las 19, la encontró inconsciente en el piso del baño. El celular estaba enchufado a un cable de tres metros y había caído al agua.
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El hombre intentó auxiliarla y sintió una descarga cuando la sacó de la bañera. Pese a las maniobras de RCP y a la llegada del servicio de emergencias, los médicos confirmaron que la mujer había sufrido una descarga eléctrica fatal. Presentaba quemaduras en sus manos y pecho, compatibles con una electrocución.
Conmovido por la pérdida, Joe O’Gorman insiste en que los fabricantes de celulares incorporen advertencias claras sobre el peligro de usar los dispositivos mientras están cargando cerca del agua. Su campaña busca evitar que otras familias atraviesen la misma tragedia y generar conciencia sobre un riesgo que muchos desconocen.