Más de siete años después del accidente que le cambió la vida, la maestra de educación especial Justine Gurrola obtuvo justicia: un jurado de California ordenó a la ciudad de Whittier pagarle una compensación de 7,5 millones de dólares por las lesiones que sufrió al caer en una banqueta en mal estado.
El hecho ocurrió el 25 de febrero de 2018, cuando Gurrola caminaba junto a su sobrino y tropezó con una elevación de 5,5 centímetros en la acera provocada por las raíces de un árbol. El impacto la hizo caer de frente contra el pavimento, causándole fracturas en la muñeca y el codo, heridas en la cara y un traumatismo craneoencefálico leve.

“Gracias a Dios que lo logramos. He sufrido mucho, y aún tengo daños en la muñeca, los brazos y la cabeza”, expresó la mujer tras conocerse el fallo. Contó que la indemnización no la pidió por dinero, sino para impulsar a la ciudad a reparar las calles y evitar nuevas tragedias.
“Para una persona mayor, una caída en una banqueta puede ser fatal. Lo hice para que la ciudad dé mantenimiento a las aceras y los árboles”, agregó.
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El jurado determinó por unanimidad que la ciudad de Whittier tenía el 100% de la culpa, por no atender el deterioro de la acera. La caída fue causada por raíces que empujaron el concreto desde abajo, levantando el pavimento y generando un desnivel peligroso.
El abogado de la docente, Nick Rowley, celebró el fallo y cuestionó la falta de mantenimiento urbano: “La ciudad de Whittier incumplió su deber más fundamental: mantener seguros a sus residentes. Se preocupó más por sus árboles que por su gente”.

Desde el accidente, Gurrola atravesó múltiples cirugías, incluyendo una reciente en la rodilla izquierda, y continúa con tratamientos médicos. El dinero del acuerdo le permitirá cubrir las cuentas hospitalarias y seguir con su rehabilitación.
“Pasó mucho tiempo para que se hiciera justicia, pero al final lo logramos”, concluyó emocionada la maestra, que hoy se convirtió en símbolo de resistencia y reclamo ciudadano por la seguridad urbana.



