La esperanza se agotó este lunes en la costa de La Serena. La búsqueda de Alejandro Cabrera Iturriaga, el adolescente argentino de 17 años que desapareció en el mar hace una semana, llegó a su fin luego de días de intenso trabajo por parte de la Marina chilena, pescadores, rescatistas y buzos especializados.
Alejandro, un sanjuanino radicado en La Serena desde hacía un año, fue visto por última vez el lunes 17 de noviembre, cuando ingresó al mar junto a sus hermanos y primos en el sector Cuatro Esquinas. Un fuerte temporal complicó la marea y los arrastró mar adentro. Tres de los chicos fueron rescatados por el salvavidas chileno Francisco Boldo, quien contó con crudeza su desesperación al no poder llegar hasta Alejandro. “Estamos a la espera de que el mar lo entregue”, lamentó en un testimonio obtenido por Clarín.
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Durante una semana, la Marina rastreó zonas de socavones, rocas y sectores de difícil acceso con lanchas, drones y equipos de buceo. Pero finalmente, el capitán de Puerto de Coquimbo, Daniel Sarzosa, confirmó que ya no había posibilidades reales de hallar al joven con vida. “La esperanza razonable de encontrar a Alejandro con vida ya no es posible. Solo podemos esperar que, en alguno de nuestros patrullajes aleatorios, podamos tener algún resultado positivo. La familia entendió la situación y agradece todo lo que se ha realizado”, expresó.

Mientras tanto, en la orilla, familiares, amigos y vecinos acompañaron la espera con noches de vigilia. El domingo a la tarde decidieron realizar una emotiva ceremonia de despedida: levantaron un pequeño memorial con la foto del adolescente, encendieron velas, rezaron y arrojaron flores al mar, en el mismo punto donde desapareció.
El campamento montado sobre la playa para sostener la búsqueda fue levantado en las últimas horas. Quedó, en su lugar, el silencio de un dolor compartido: el de una familia que, aun sin respuestas definitivas, eligió despedir a Alejandro mirando hacia el mar que se lo llevó.



