Un hecho estremecedor sacudió a la comunidad educativa de Moscú. Un adolescente de 15 años asesinó a puñaladas a un nene de 10 años dentro de una escuela de élite en las afueras de la capital rusa. El atacante, identificado como Timofei K., no solo llevó a cabo el crimen con mucha violencia, sino que además se sacó fotos junto al cuerpo de la víctima y difundió imágenes y videos del ataque en redes sociales.
El episodio ocurrió en la mañana del martes en la escuela Uspenskaya, ubicada en la localidad de Gorki-2, distrito de Odintsovo. Según el Comité de Instrucción de Rusia (CIR), el adolescente hirió primero al agente de seguridad del colegio y luego atacó a uno de los alumnos, que murió a causa de las heridas.
Ataque planificado y cargado de odio
El agresor llegó al establecimiento armado con un puñal, usando casco, chaleco antibalas con lemas neonazis y una remera con la inscripción “No lives matter” (“ninguna vida vale” en español), nombre de un grupo violento que promueve el odio y la destrucción. Además, llevaba una mascarilla médica que le cubría el rostro.
De acuerdo a los primeros informes, Timofei K. grabó todo el ataque. En los videos se lo ve amenazando a otros estudiantes y a una docente, incluso preguntándoles por su nacionalidad. La llegada del guardia de seguridad permitió que varios alumnos se refugiaran en un aula, pero el atacante le arrojó gas pimienta al agente y lo apuñaló.

Acto seguido, persiguió a un alumno de cuarto grado, Alíev Kobildzhon, de origen tayiko, y lo asesinó en una escalera mientras profería insultos xenófobos. Luego, se tomó una selfie junto al cuerpo.
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El gobierno de Tayikistán denunció el hecho como un “ataque xenófobo” y exigió una investigación “inmediata, objetiva e imparcial”. Según medios rusos, el atacante tenía como objetivo principal a su profesora de matemáticas, Maria Dmitrievna.
Tras el crimen, la Policía irrumpió en la escuela y detuvo al adolescente, que había dejado un artefacto explosivo casero en el lugar. Fue acusado de asesinato y tentativa de asesinato.
Movimientos previos
Antes del ataque, el joven publicó en redes sociales una foto con casco y saludo nazi, y vestía ropa con referencias a otras matanzas racistas. También redactó un manifiesto de once páginas titulado “Mi rabia”, donde expresaba odio hacia la sociedad y personas de distintas nacionalidades y religiones.
Las autoridades investigan si Timofei K. estaba vinculado a un “movimiento juvenil destructivo” en línea. El Comité de Investigación analiza todas las hipótesis, incluido el estado psicológico del atacante y su entorno familiar.



