Esteban Martínez es argentino y desde hace tres años vive en Gaziantep, ciudad que fue epicentro de los terremotos que sacudieron Turquía y Siria esta madrugada. Hace pocos días había regresado a su departamento y jamás pensó que el sismo de 7,8 de magnitud lo despertaría de golpe. Minutos después hubo otro de 7,6.
“Pensé que era una pesadilla y por eso no evacué inmediatamente”, expresó en diálogo con La Nación desde una escuela que funciona como refugio. El edificio donde vive sufrió rajaduras pero no llegó a desplomarse.
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Martínez comentó que sintió cómo temblaba la cama, la puerta y la valija, que aún no había desarmado. “Estamos asustados y nerviosos porque no sabemos qué va a pasar. Todavía se sienten las réplicas”, aseguró. Y agregó: “A veces me quedo quieto y puedo sentir la sensación de que otra vez se mueve todo. No sé si es shock o imaginación, pero todavía lo siento”.
Cabe destacar que hasta el momento se registraron 2.600 muertes y más de 11 mil heridos en Turquía y Siria. Por los destrozos y la nieve que cae en la zona de Gaziantep es más complicado el rescate de sobrevivientes.
Según informó el cónsul argentino en Estambul, Diego Álvarez Rivera, no hubo argentinos afectados. “Estuvimos muy atentos en tratar de ponernos en contacto con todos los argentinos que tenemos registrados en el consulado y hasta ahora hemos comprobado que con todos los que nos pudimos comunicar, manifestaron estar en perfecto estado”, precisó a Télam.
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