En 1982, Julio Aro y Geoffrey Cardozo combatieron en las Islas Malvinas. Uno pertenecía a las fuerzas argentinas y el otro era coronel de Gran Bretaña.
Después del horror de la guerra, ambos se unieron para una misión ejemplar: a través de la fundación "No me olvides", trabajan para identificar a sus compañeros caídos, cuyos restos descansan en el cementerio de Darwin.
Esa tarea sin fronteras ideológicas ni nacionales les valió la nominación al premio Nobel de la Paz. En Arriba Córdoba, Aro compartió la alegría por el reconocimiento, aunque lo minimizó frente a los frutos de su trabajo con el coronel inglés.
"Al Nobel ya lo tenemos, es esa caricia, ese abrazo, que te dice 'gracias por ayudarme a encontrar a mi hijo'".
"Estamos muy contentos, todavía no podemos creer lo que se ha logrado. Ese reconocimiento de las madres, padres, que dijeron que volvieron a parir a sus hijos, es maravilloso. Al Nobel ya lo tenemos, es esa caricia, ese abrazo, que te dice 'gracias por ayudarme a encontrar a mi hijo'", explicó.
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De las 122 placas del cementerio que decían 'Soldado argentino solo conocido por Dios', solo quedan siete sin identificar. "Hoy gracias al trabajo de ese ser maravilloso que es Geoffrey tenemos 115 compañeros identificados. Los cuidó como si fueran sus hijos", destacó Julio.
En el equipo de trabajo hay más ingleses, entre ellos el músico y activista Roger Waters, que según conto Aro "se involucró mucho para llegar al Gobierno".
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El bien común
Consultado por la motivación que lo llevó a trabajar junto a sus colegas ingleses, Aro no dudó en destacar el factor humano: "Lo haríamos un millón de veces más para robarle una sonrisa o una lágrima a una madre. Siempre priorizamos la persona, no sabemos si es inglés, francés, alemán, peronista o radical: buscamos a una persona".
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"Podemos tener diferencias, sin dudas. Saben que las Malvinas para mí fueron, son y serán argentinas. Pero vamos a charlar primero de las cosas en las que coincidimos. Esto tiene que ver con la humanidad, con el ser humano, empezamos a dialogar con las cosas que nos gustan, y si hay diferencias buscamos una segunda, tercera o cuarta opinión", reflexionó.