En el marco de las miles de noticias alrededor del coronavirus, este lunes se confirmó que un científico ruso que lideraba una investigación para desarrollar una vacuna fue asesinado brutalmente en Rusia. Alexander Kagansky, de 45 años, recibió varias puñaladas y fue arrojado desde un piso 14 en San Petersburgo.
El diario ruso Moskovsky Komsomolets informó que todo habría sucedido luego de una pelea. La víctima había llegado a la ciudad para reunirse con amigos, ya que vivía en Vladivostok, cerca de la frontera con China y Corea del Norte.
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Las autoridades ya detuvieron a un sospechoso, también de 45 años. Mientras se investiga el motivo del crimen, se conoció el perfil de Kagansky, un médico genetista que estaba trabajando en una de las vacunas rusas contra el Covid-19. Medios locales no especificaron si se trataba de la Sputnik V u otro de los desarrollos que se llevan a cabo en ese país.
La Academia Joven Global, órgano internacional que integraba el científico, lo despidió con un mensaje en las redes sociales: "Sasha fue uno de los miembros más activos de GYA y una verdadera inspiración. Estamos profundamente tristes y afectados por su prematura muerte y nos unimos a su familia y amigos en el duelo por esta trágica pérdida. Sasha fue miembro de GYA desde 2015-2020, y en este tiempo hizo innumerables conexiones significativas e inició y colaboró en muchos proyectos inspiradores”.