Un viernes distinto se vive en Asunción, la capital de Paraguay. Es feriado y la ciudad cambió su fisonomía esperando la llegada de Francisco, para cerrar su gira por Sudamérica.
Como el Papa no pasó por Argentina, miles de compatriotas cruzaron la frontera para ver de cerca a Jorge Bergoglio. Muchos acaban de llegar y se los reconoce porque andan con las valijas y bolsos. Algunos llegaron en familia y otros en grupo, como estos correntinos que se animaron a cantarle a Francisco.
La euforia por la llegada del Papa se ven en cada esquina de Asunción. Los privilegiados son aquellos jóvenes que se anotaron para ser servidores. Ellos verán más cerca que nadie el paso del papa-móvil ya que integrarán el cordón humano que frenará a la gente.
Las formas de recibir al Papa son numerosas. Una idea muy creativa es una gran bandera amarilla y blanca para dejar mensajes a Francisco. Hasta tiene el fibrón para que escribas lo que quieras.
El Santo Padre está en todos lados y también convertido en arte. En el Centro Cultural de Asunción exponen una muestra de pinturas de la artista argentina Mercedes Fariña.
Los que también tienen un lugar privilegiado para ver al Papa son los dueños del bar ubicado frente al Palacio Municipal, el primer escenario listo para recibirlo. El problema es que el lugar cerrará por cuestiones de seguridad cuando pase la caravana.
Mientras tanto, los empleados de limpieza dejan todo reluciente en las calles de la capital paraguaya, por donde pasará Francisco. Cómo es es feriado, ayuda que no había mucha gente en las calles, en las primeras horas del día.