Bailey a pesar de su enfermedad pudo con un triatlón en donde nadó 100 metros, anduvo 4 kilómetros en bicicleta y corrió otros 1,3 kilómetros ayudado por un andador. MIrá el video y emocionate hasta las lágrimas.
Bailey llegó a la meta con una sonrisa de oreja a oreja y no es para menos. Lo ovacionaron tanto que recorrió los últimos metros dejando de lado el andador y cruzó la recta final con los brazos en alto.
Sin embargo, no lo hizo solo. Su papá lo ayudó a entrenar y lo acompañó durante toda la competencia.
Cientos de personas se reunieron en la línea de meta para ovacionar al pequeño Bailey, todo un ejemplo de superación. Sus papás dijeron que estaban "desbordados" por el apoyo de la gente.
Para cualquier niño de su edad, esto ya es un logro, pero para alguien con un trastorno de psicomotricidad es toda una hazaña.