Bobi es un mastín que vive en el municipio de Leiria, en la región del Alentejo, Portugal. Hasta ahí, nada fuera de lo normal. Sin embargo, este animalito tiene 30 años y el jueves fue distinguido por el récord Guinness por ser el perro más viejo del mundo.
El can nació el 11 de mayo de 1992 y no solo es el más longevo en la actualidad, sino que es el que más años vivió en la historia.
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Superó a un chihuahua de 23 años llamado Spike que sigue vivo, como así también a un pastor australiano de nombre Bluey, que vivió 29 años entre 1910 y 1939.
Su hogar está en la casa de los Costa, una familia de la localidad de Conqueiros, ubicada en el mencionado municipio.
Su raza es habitualmente empleada para cuidar el ganado de los depredadores, pero lo curioso es que tiene una esperanza de vida de 13 años, barrera que fue pulverizada por Bobi.