Las fotos de los jóvenes dopados y bajo los efectos de los potentes alucinógenos que se viralizaron, les provocó alarma a las autoridades de la localidad de Morelia, un municipio localizado en el Departamento del Caquetá al sur de ese país.
Según algunos mensajes compartidos en las cuentas de los asistentes había escenas sacadas de una película de "terror". Las víctimas “tenían estados de convulsión. Actuaban como locos, se arrojaban contras las paredes y se querían arrancabar los pelos y las uñas".
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Al menos siete jóvenes quedaron internados en un hospital de la localidad para desintoxicarse, y luego fueron entregados a sus familiares.
En radio Caracol, muchos de los asistentes advirtieron sobre el consumo de estos alucinógenos. “Algunos se tornaron violentos y empezaron a hacerse daño” ,advirtieron.