"La primera prueba de bomba de hidrógeno de la República fue realizada con éxito a las 10:00 del 6 de enero de 2016", anunció, esta mañana, la televisión oficial de Corea del Norte y encendió la alarma en todo el mundo.
La bomba tuvo una potencia de 250 megatones, según la agencia estatal local. De ser cierto, sería la de mayor potencia de la historia, superando la "bomba del zar", de la Unión Soviética, probada en 1961 con 50 megatones. La explosión provocó un un sismo de 5 grados en la escala de Ritcher en el noreste del país.
Se trataría del primer test realizado por Corea del Norte con un arma termonuclear, cuya detonación es mucho más poderosa que la de los dispositivos utilizados en sus tres pruebas anteriores (2006, 2009 y 2013).
El pasado 3 de enero, el líder del régimen norcoreano, Kim Jong-un, firmó la orden para realizar la prueba. Las autoridades norcoreanas señalaron que se trata de una medida para "proteger la soberanía del país" y ante "la creciente amenaza nuclear y el chantaje de los Estados Unidos".
Las repercusiones en el mundo no tardaron en llegar. El primer ministro japonés, Shinzo Abe, condenó la prueba y la calificó como una "seria amenaza" contra su país y un "grave desafío" ante los esfuerzos mundiales.
Desde, el vecino Corea del Sur, las autoridades señalaron que el anuncio es un grave desafío para la paz mundial y que violó las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.