Once personas, en su mayoría niños, murieron tras el derrumbe del techo del gimnasio de una escuela secundaria en Qiqihar, provincia de Heilongjiang, en el noreste de China.
Medios locales confirmaron que la mayoría de las víctimas son alumnas que formaban parte del equipo de voleibol del centro educativo. Estaban entrenando en el lugar al momento del colapso del techo.
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Se encontraban 19 personas dentro del recinto cuando sucedió el incidente. Solo ocho sobrevivieron. Tras el colapso, cuatro de ellas lograron escapar por sus propios medios.
Apenas ocurrió el hecho, las autoridades de Qiqihar montaron un importante operativo de búsqueda durante varias horas, en el que participaron 39 vehículos de bomberos y más de 150 agentes.
Los centros escolares chinos se encuentran en período de vacaciones, pero las chicas de la escuela intermedia número 34 de Qiqihar se preparaban para participar en unos partidos en la provincia de Hubei.
Por otro lado, la Policía detuvo a los jefes de una empresa constructora local. Están acusados de arrojar perlita, una forma de vidrio volcánico, en el techo del gimnasio mientras trabajaban en un proyecto de construcción adyacente. El mineral había absorbido el agua de lluvia después de fuertes aguaceros, lo que provocó el derrumbe del techo.
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