El olor de cuerpos en descomposición y el fuego dentro de la casa alertó a los vecinos. La policía llegó y detuvo a José de Jesús López Bautista, un ex policía de la Federal, en un complejo habitacional del municipio de Tecámac, a pocos kilómetros de la Ciudad de México.
Luego de que los bomberos sofocaran el incendio, los agentes hallaron en una recámara los cuerpos de su esposa, de 36 años, y de sus hijas, de cinco y un año. Las víctimas habían sido asesinadas hacía al menos una semana y presentaban heridas de arma blanca, mutilaciones y quemaduras.
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El autor de la masacre confesó que, tras regresar de un retiro espiritual al que asistió en Año Nuevo, asfixió a su familia y después mutilar partes de sus cuerpos. López Bautista dijo estar bajo los efectos de una droga y no reveló los motivos por los que cometió tal aberración.
Antes de intentar quemar los cadáveres para ocultar el crimen, el triple femicida los había cubierto de cal y cloro para aplacar el olor de la descomposición.