La desaparición de un nene de 2 años y medio puso en vilo a Francia. El niño fue visto por última vez el sábado pasado mientras jugaba en la casa de sus abuelos, en una pequeña aldea de la región de la Alta Provenza, en los Alpes.
Emile había viajado al pueblo Le Vernet junto a sus familiares en el marco de unas vacaciones de verano. Desde hace tres días no se sabe nada sobre su paradero y las autoridades francesas montaron un megaoperativo para encontrarlo.
Medios locales detallaron que alrededor de 800 personas entre gendarmes, policías, bomberos, helicópteros, perros rastreadores y cientos de voluntarios y vecinos, rastrillan la zona contrarreloj con la esperanza de hallar al nene sano y salvo.
La familia del niño vive en Marsella (a unos 170 kilómetros) y pasa las vacaciones en esta aldea de los Alpes desde hace unos veinte años. Sus abuelos denunciaron la desaparición el sábado a la tarde.
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Dos testigos declararon a la Policía que lo vieron solo "en una calle cuesta abajo" a las 17.15 de ese día. A partir de ese momento lo perdieron de vista. Agentes a cargo de la búsqueda informaron que Emile, que es rubio y tiene ojos marrones, vestía camiseta amarilla, un pantalón corto blanco y botas de senderismo.
El alcalde de Le Vernet admitió que “ya se ha escudriñado cada metro cuadrado” durante la primera fase de investigación, en los 5 kilómetros aledaños. Los rastrillajes realizados durante las últimas 60 horas cubrieron toda la superficie que teóricamente podría haber alcanzado un niño pequeño.
Por otro lado, reconocieron que se barajan todas las hipótesis posibles. Una de ellas hace referencia a un secuestro. El pequeño no fue encontrado donde teóricamente podría haber estado. “Otras pistas, además de la fuga, siguen sobre la mesa”, explicó el general François Daoust.
Los investigadores dijeron que cada vez es menos probable que el niño se encuentre dentro del radio de 5 kilómetros barridos alrededor de la casa de los abuelos, y que podría haber sobrevivido allí sin agua.
De todos modos, desde la fiscalía aseguraron que nada dirige la investigación hacia un posible crimen en esta etapa. "Tal como está, no tenemos ningún elemento que caracterice un delito penal. Por ahora se mantiene como una 'desaparición inquietante'", señalaron.