La escena macabra ocurrió en Roma el jueves por la noche. Manuel Foffo y Marc Prato de 29 años, son los presuntos asesinos de semejante crueldad, a quienes se los acusa de homicidio premeditado, con agravante de crueldad y tortura.
La víctima es Luca Varani, un joven de 23 años, hijo adoptivo de una familia italiana pero de origen yogoslvo. Esta persona era la “caza perfecta” para lograr el objetivo que tenían: “ver qué se sentía matar a alguien”, según reconoció Manuel Foffo, uno de los acusados, hijo de un importante empresario de la capital italiana.
El cadáver apareció en el departamento de Fofo el sábado por la tarde. Allí estaba él, desnudo tirado en la cama, con algunos cortes en el cuerpo y señales de que habría sido ahogado con una soga y la cabeza hundida a martillazos.
“Queríamos matar a alguien sólo para ver el efecto”, declaró uno de los asesinos frente al fiscal de la causa. Al parecer, la víctima era conocida de Prato y por eso decidieron que esa noche sea su blanco.