Johan Ramírez (15) a quien apodaron el "niño ángel" tras la tragedia del Chapecoense vive con su familia en un rancho a cinco minutos de donde cayó el avión de Lamia y donde gracias a él se salvaron seis personas.
Sin embargo, el adolescente reveló que su familia perdió el trabajo de todo un año. El paso de tractores y los rescatistas que cargaban los cuerpos arrasaron con el terreno cultivado. A pesar de esta terrible situación, afirmó que no le importó: “Lo único que pensamos era en salvar vidas y ayudar”.
En su paso, los encargados del tractor destruyeron los corrales, una pérdida económica que representa 20 mil dólares. “Abrieron cuatro cercos y las vacas se metieron donde estaban los frijoles, la arveja y los tomates”, aseguró Johan a Noticias Uno de Colombia.
Pero nada de eso lo afectó porque él estaba dispuesto a seguir colaborando. Nunca se va a olvidar que, además de facilitar el paso de los sobrevivientes, en su mente siempre va a quedar aquel triste recuerdo cuando vio cómo otros pasajeros se murieron frente a sus ojos.
Afortunadamente, su ayuda tendrá una gran recompensa. Voluntarios y funcionarios locales le entregarán un aporte económico para que puedan recuperar lo perdido. A través de las redes sociales se inició una campaña solidaria. El director de su colegio le otorgó la Mención de Honor.