El Papa Francisco realiza una visita histórica por el país de Juan Pablo II, en medio de un importante operativo de seguridad después del crimen de un sacerdote en manos de dos terroristas de Estado Islámico en una parroquia de Francia. "Estamos en guerra", dijo en el avión antes de arribar a Polonia.
Cientos de miles de jóvenes que participaban en la Jornada Mundial de la Juventud esperaban al Papa para comenzar el acto en la gran explanada de Blonia. Allí los sorprendió a todos al llegar engalanando los colores de la bandera del vaticano subido al tradicional tranvía, uno de los más modernos de Cracovia.
Se trata del medio de transporte público más característico y ecológico de la ciudad polaca. En el mismo vagón lo acompañaron 15 jóvenes con minusvalías. Francisco se convirtió en el primer pontífice que se sube a un tranvía.
Esta mañana, el Santo Padre encabezó una ceremonia multitudinaria en el santuario de la Virgen de Jasna Gora, en la ciudad Czestochowa, para conmemorar el 1050 aniversario del "Bautizo de Polonia", es decir, la conversión al cristianismo de esa nación.
Al comenzar la celebración, Francisco asustó a las 300 mil personas cuando tropezó mientras caminaba por el escenario convertido en altar. El Papa perdió el equilibrio y cayó al piso. Los sacerdotes que estaban junto a él lo ayudaron a levantarse, como muestra el video:
Por suerte, Francisco pudo continuar con la ceremonia y, hasta ahora, no se informó si el accidente le dejó alguna herida en su cuerpo.
Posteriormente, pronunció su homilia en italiano mientras un cura local la traducía al polaco. "El Señor no mantiene las distancias, sino que es cercano y concreto, que está en medio de nosotros y cuida de nosotros, sin decidir por nosotros y sin ocuparse de cuestiones de poder", señaló.