El Papa visitó, durante cerca de dos horas, los campos de exterminio nazi de Auschwitz y Birkenau, donde estuvieron prisioneros más de un millón y medio de personas entre 1940 y 1945.
El Sumo Pontífice fue recibido a las 9.19 hora local por el director del museo de Auschwitz y se trasladó en un coche eléctrico al lugar donde se encuentran las celdas subterráneas.
Francisco eligió realizar el recorrido en silencio y no pronunciar ningún discurso.
"Señor, ten piedad de tu pueblo. Señor, perdón por tanta crueldad", escribió en el libro de visitas del trágico lugar.
Francisco se encontró con 10 sobrevivientes de los campos de concentración. También recorrió los sitios que recuerdan a San Maximiliano Kolbe, el sacerdote polaco que murió en Auschwitz tras ofrecerse a cambio de otra persona y rezó en la celda donde el fue encerrado para que muriera de hambre.
Se trata de la tercera visita de un Papa a Auschwitz, después de las realizadas por Juan Pablo II el 7 de junio de 1979 y Benedicto XVI el 28 de mayo de 2006.
La visita de cinco días de Francisco por Polonia se centra en la XXXI Jornada Mundial de la Juventud. En la primera jornada, celebró una multitudinaria misa donde sufrió una caída en el escenario y sorprendió al viajar en el tranvía de Cracovia.
Fotos de AFP y Reuters