El Papa Francisco se cansó y volvió a quejarse de los argentinos. Si bien reconoció que se trata de una situación que no puede modificar, no dudó en reiterar una crítica que hizo hace años. “Algunos me dicen nos tomamos una foto de recuerdo, y le prometo que va a ser para mí y no la voy a publicar. Y antes de salir por la puerta ya la ha publicado”, se quejó.
Pero puntualmente, manifestó su enojo con los dirigentes políticos. Durante una entrevista para el diario El País, de España, aseguró que se sentía utilizado por “políticos de distintos partidos” y enfatizó sobre las quejas ya planteadas.
“Hay gente que me ha usado, ha usado fotos, como si yo hubiese dicho cosas. Pero no entro en el juego del uso. Allá él con su conciencia”, sentenció.
Además, sostuvo: "Si le hace feliz usarla el problema es suyo. Se disminuye la calidad de esa persona. El que usa tiene poca altura. Y qué voy a hacer. El problema es de él, no mío”.