Muchos canales de la ciudad están con bajo nivel del agua, un fenómeno que ocurre como consecuencia de las mareas.
Una imagen muy distinta a la que buscan los miles de turistas que viajan a la ciudad italiana con la ilusión de dar un romántico paseo en góndola.
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Este es el segundo año consecutivo en que la ciudad ha visto niveles de marea históricamente bajos y justo en febrero, en pleno mes de Carnaval.
Ahora, la noticia no es el periódico desborde de aguas en Venecia, sino una insólita marea baja que dejó imposibles de navegar varios canales y un extraño paisaje de góndolas encalladas en el barro.
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Esta marea excepcionalmente baja podría ser consecuencia, según la prensa italiana, del fenómeno astronómico de la superluna azul de sangre, que se pudo observar esta semana en diversos puntos del planeta.
De todas formas, algunos dicen que se trata también de un signo de la negligencia con la que las autoridades han mantenido el centro histórico durante al menos un siglo.