Un grupo de arqueólogos que llevan meses trabajando en el monasterio de la Orden Premonstratense de la ciudad checa de Milevsko, encontraron parte de un clavo con el que habrían crucificado a Jesús hace más de dos mil años.
Los arqueólogos hallaron un pasaje secreto en el edificio construido en el siglo XII. Allí había una caja maciza, con la tapa de oro. Adentro de la misma se encontró el clavo de 6 centímetros con una inscripción.
“Se encontró una caja en una cavidad de una de las habitaciones del monasterio, que mide 26 por 16 centímetros. Su tapa maciza originalmente estaba hecha de oro y tenía una inscripción IR forjada. En este contexto, estas letras pueden entenderse como el latín abreviatura Iesus Rex, es decir, Jesucristo”, contó Jiri Sindelar, uno de los arqueólogos encargados de la investigación.
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Además, según indica el sitio Radio de Praga, explicó que las reliquias cristianas asociadas con Cristo solían tener la misma inscripción.
Un análisis de los materiales con los que está hecha la caja mostró que es de alerce, madera que no crece en los bosques de Israel, entre otros materiales.
El descubrimiento del equipo arqueológico es de gran importancia tanto para la ciencia arqueológica como para los cristianos, agregó Sindelar. En los primeros días del 2021 se confirmaría el origen del clavo encontrado.