Se trata de una prohibición que ha cobrado fuerza en la última campaña electoral, mientras que la pandemia y algunos movimientos sociales (Black Lives Matter, por ejemplo), dejaban a la luz las diferencias raciales en los sistemas médicos y de salud pública de dicho país. Es que de acuerdo a las estadísticas presentadas por autoridades federales, si bien los afroamericanos tienen un nivel de consumo menor, mueren de ataques cardíacos, derrames cerebrales, y otras causas vinculadas directamente al consumo de tabaco en una significativa cantidad mayor que los blancos.
Son numerosos los activistas en la sociedad civil que llevaron a que este tema cobre mayor importancia y apoyo en el Congreso. En este sentido, lugares como Massachusetts y California, han efectuado sus propias prohibiciones de mentol, aunque también es preciso destacar que estas se encuentran en litigio producto de la oposición de la industria tabacalera.
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"Respecto a los cigarrillos mentolados, se estima que más de 19 millones de fumadores escogen este tipo de producto", expresó Matthew L. Myers, quien preside el "Campaign for Tobacco-Free Kids", un grupo que trata de ir contra el tabaquismo en los adolescentes. El especialista señaló que eliminar del mercado estos tipos de cigarrillos dará la posibilidad en un tiempo de disminuir las enfermedades relacionadas con este vicio.
Puntualmente sobre qué es lo que se intentará sacar de circulación, se trata de un mentol, que es una sustancia extraída de las plantas de menta y que también pueden producirse en un laboratorio. Ya desde 2009 están prohibidos los aromas de especias, dulces y frutas en los cigarrillos por su creciente atractivo para los jóvenes, pero esa prohibición no había incluido la sustancia mencionada que ahora quieren desterrar.