El Papa Francisco pidió hoy que, por la celebración del Jubileo Extraordinario (que finaliza el 20 de noviembre), no se ejecute ninguna pena de muerte y llamó a la comunidad internacional para acordar su abolición definitiva.
En la tradicional ceremonia del Ángelus dominical, el Santo Padre recordó que el mandamiento "no matarás" es absoluto e igual de válido para los culpables como para los inocentes. "También los criminales gozan del inviolable derecho a la vida", reflexionó ante miles de personas en la Plaza San Pedro.
Jorge Bergoglio llamó a los líderes católicos de todo el mundo a hacer "un gesto valiente y ejemplar" y buscar suspender cualquier ejecución durante el actual Jubileo de la Misericordia de la Iglesia Católica Apostólica Romana.
"Llamo a las conciencias de aquellos que gobiernan para que alcance un consenso internacional para abolir la pena de muerte", dijo Francisco.